12 de marzo de 2012

Cuaderno Inspirador

Este verano decidí inaugurar una práctica que siempre tendría que estar presente en quienes nos gusta andar observando lugares, personajes y circunstancias; un cuaderno de notas o bosquejos o monos o rayas, para  chasconear un poco el término.
La idea fue de un muy buen amigo, la encontré lo máximo y me puse manos a la obra sin demora.
Otro buen amigo me enseñó la milenaria técnica de la encuadernación. Lo que le dio un toque más afectivo a la empresa.
La crónica siempre ha sido el estilo literario preferido de los grandes viajeros y periodistas, resulta simple ponernos a escribir lo que miramos, parece no haber grandes compromisos.
Muchos han intentado darle un aire de realismo y de objetividad a lo que ven, aún así de alguna manera u otra el modo en que describimos nos delata, se descubre una edición, la particularidad de una persepctiva. Finalmente termina siendo muy personal, igual de íntimo como puede llegar a ser un dibujo o una poesía.
Es creación y eso siempre contiene fantasía.
Acá les muestro unos dibujos de mi verano. Ojalá sirvan de inspiración, la verdad es que no es necesario recorrer grandes distancias ni andar en busca de tesoros, con un poco de paciencia y de atención basta para encontrar sorpresas, incluso en nuestro entorno más cotidiano.